El trágico fallecimiento de Paul Varry, un joven ciclista y activista por el desarrollo del ciclismo, ha generado una gran emoción en todo el país.
Se han organizado más de 200 concentraciones en protesta por la violencia en la carretera y en homenaje al joven.
A pesar de este incidente mortal, el Ministro de Transportes, Francois Durovray, no ha presentado una respuesta significativa.
La creciente popularidad del ciclismo tras la pandemia de Covid-19 (+37% desde 2019) requiere una reevaluación del espacio asignado a los vehículos motorizados en nuestras carreteras.
El Plan Ciclista de Elisabeth Borne, que cuenta con un presupuesto de 2 billones de euros en cuatro años, parece haber desaparecido de la agenda política debido a las restricciones presupuestarias.
Conclusión: Este trágico incidente subraya la necesidad de reconsiderar nuestras políticas de tráfico y la gestión del espacio público, con un enfoque renovado en la seguridad e infraestructura para los ciclistas.