El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, fue obligado a huir a Dubai debido a las manifestaciones lideradas por la generación Z que pedían su renuncia en medio de cortes constantes de agua y electricidad.
Rajoelina llegó al poder en 2009 mediante un golpe de Estado apoyado por el ejército y luego fue reelegido en 2018 y 2023 en elecciones manchadas por numerosas irregularidades.
A pesar de prometer transformar Madagascar en un país emergente, el país ha seguido empobreciéndose, y el 80% de su población vive con menos de 3 dólares al día.
Rajoelina ha defendido su destitución desde su exilio, argumentando una deriva inconstitucional y la posible suspensión de los fondos internacionales vitales para Madagascar.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha manifestado preocupación por la 'continuidad institucional' en Madagascar, una posición que ha sido criticada.
Conclusión: El desarraigo de Rajoelina podría marcar un cambio positivo si el poder militar puede satisfacer las demandas del pueblo. Sin embargo, la comunidad internacional debe evitar imponer más sufrimientos a la población que ya ha sufrido mucho.