El Tribunal Supremo de EE.UU. ha concedido 'inmunidad absoluta' a los presidentes por los actos realizados en ejercicio de las principales funciones constitucionales.
Tres de los jueces conservadores que apoyaron la medida fueron nombrados por Donald Trump.
El alto tribunal afirma que la inmunidad es necesaria para preservar la independencia del Poder Ejecutivo.
La sentencia ha sido criticada por tres jueces progresistas que han alertado de los 'escenarios de pesadilla' que pueden surgir como consecuencia.
Las sentencias del tribunal han beneficiado a Trump, incluso en casos pendientes que datan de antes de su presidencia.
Esta medida puede cambiar la naturaleza de la presidencia, convirtiendo al líder del país en 'un rey por encima de la ley'.
Conclusión: La decisión del Tribunal Supremo es polémica y puede tener implicaciones a largo plazo para el papel y la responsabilidad del presidente de EE.UU.