Las elecciones autonómicas en Euskadi serán las más inciertas de los últimos años, con una dura competencia entre el PNV y EH Bildu.
Este ciclo de comicios marcará un hito ya que la izquierda abertzale podría disputar las elecciones vascas al PNV, algo que no ha ocurrido desde 1980.
El aumento del tirón electoral de Bildu muestra que se ha convertido en un actor importante en la política vasca.
La renovación generacional de candidatos refleja una sociedad que ya no está preocupada por la identidad, sino por el bienestar social.
Las disculpas de Pello Otxandiano, candidato de Bildu, por no condenar el terrorismo de ETA han sido insuficientes y representan una falta de reconocimiento del sinsentido de la violencia.
A pesar del crecimiento electoral de Bildu, el aislamiento que se deriva de esta falta de reconocimiento podría permitir la continuación del pacto entre PNV y PSE.
La participación electoral probablemente superará el 51%, mejorando el escenario de las elecciones de julio de 2020.
A pesar de las segundas elecciones en un año, el resultado no alterará la gobernabilidad de España.
Conclusión: La clave del resultado de estas elecciones inciertas se encuentra en el alto grado de movilización del electorado y la bolsa de indecisos, que ronda el 20%.