Los españoles reclaman mejores salarios, reducción del tiempo de trabajo y favorecimiento de la conciliación laboral y familiar.
La salud, especialmente la salud mental, la familia y el tiempo personal son más prioritarios que el trabajo.
La mayoría prefiere jubilarse antes de los 65 años y apoya una semana laboral de 32 horas.
Se valora la estabilidad, el salario y la conciliación laboral, pero aumenta la necesidad de flexibilidad y autonomía en el trabajo.
El avance tecnológico favorece el teletrabajo y el uso de la inteligencia artificial, pero hay miedo a la pérdida de empleos.
Se considera que el sistema educativo actual no está preparando adecuadamente a las nuevas generaciones para trabajos tecnológicos.
Los jóvenes trabajadores están menos satisfechos con su empleo, desean más autonomía y ven la tecnología de forma más optimista.
Conclusión: Se requiere una reforma profunda en las políticas de trabajo y educativas para satisfacer las nuevas demandas y preocupaciones de los trabajadores, en especial en cuanto a la conciliación laboral, la flexibilidad laboral, la preparación para trabajos tecnológicos y la valoración de la tecnología.