Nadia Calviño, ex ministra de Economía, ejerció presiones sobre el Instituto Nacional de Estadística (INE) para condicionar resultados en su favor.
Calviño se implicó de una manera muy negativa, minando la autonomía del INE.
Las acciones de Calviño rompen el principio de neutralidad y dañan la credibilidad del organismo.
Este hecho forma parte de una serie de intervenciones gubernamentales negativas hacia los organismos públicos.
Conclusión: España necesita recuperar la normalidad democrática y la autonomía de sus organismos públicos para evitar influencias políticas perjudiciales.