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Editorial: El Español

  • El gobierno autonómico catalán declaró la emergencia por sequía tras 38 meses de lluvias escasas.
  • La sequía afecta a casi seis millones de personas, y las zonas afectadas están por debajo del 16% de su capacidad hídrica.
  • En 2008, Cataluña ya atravesó una situación similar, pero las autoridades catalanas se opusieron al trasvase del Ebro.
  • La problemática actual es resultado de la falta de previsión de un nacionalismo catalán que rechaza la transferencia de agua del Ebro.
  • El desabastecimiento podría afectar no solo a los particulares y a la agricultura, sino también a la industria y al turismo.
  • Las administraciones españolas deben reconocer la realidad hídrica y tomar medidas correspondientes, incluyendo un pacto nacional por el agua.

Conclusión: Existen tensiones evidentes alrededor de la distribución del agua y parece necesario un pacto que equilibre las necesidades de todas las partes, incluyendo la industria, la agricultura y el sector turístico, a la vez que se mantiene la sostenibilidad del medio ambiente.