El éxito de tres líderes políticos no debe verse como una repudiación de la existencia del racismo. A pesar de que tienen roles importantes, persisten comentarios racistas, como los dirigidos a la primera parlamentaria negra de Gran Bretaña, Diane Abbott.
El cambio generacional ha permitido la apertura de oportunidades para los políticos no blancos. Pero queda la pregunta: ¿este es un cambio de presentación o algo más sustancial?
El primer ministro tomó un día para reconocer como racista el abuso contra Abbott. Parece que el dinero es más importante para él que la ética personal.
Los conservadores ensalzan el éxito obtenido en contra de las probabilidades por personas de color, pero contribuyen a reducir esas mismas oportunidades para otros.
La política se retrasa por la sociedad. Aunque el 16% de la población del Reino Unido es de origen étnico minoritario, solo alrededor de una décima parte de los parlamentarios lo son.
La posibilidad de avance para los políticos laboristas depende de las demandas del colectivo, mientras que en el partido conservador no hay esa obligación.
Conclusión: La paradoja es que aunque el Labour party ha abierto las puertas al progreso de mujeres y minorías, es el conservador quien aprovecha esta oportunidad para avanzar.