Editorial: The Guardian

• La nueva definición de extremismo del gobierno no será estatutaria y no amenaza la libertad de expresión, según Michael Gove.
• El gobierno presenta la nueva medida como esencial y sustancial, pero a la vez modesta y restringida.
• El foco de la nueva definición de extremismo está en ideas, no en acciones.
• Gran preocupación en torno a la redacción amplia de la nueva medida y su posible impacto en la libertad de expresión y el derecho a protestar de forma pacífica.
• Los conservadores intentan posicionarse como los defensores de los valores fundamentales mientras ofrecen una apariencia de respetabilidad a los sentimientos divisivos y antidemocráticos.
• Politizar la cuestión del extremismo puede alimentar divisiones en lugar de curarlas.

Conclusión: La nueva estrategia gubernamental de combatir el extremismo parece ser más una política performática que una gobernanza efectiva. El enfoque en las ideas y no en las acciones, y la posibilidad de menoscabo de la libertad de expresión y el derecho a protestar pacíficamente son cuestiones de preocupación. La politización de la cuestión puede fomentar más divisiones y discordia.

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