Los votantes no están obligados a votar por ningún partido y deben ser convencidos por sus propuestas para solucionar 14 años de fracaso.
El Partido Laborista corre el riesgo de perder sus fortalezas cuando no escucha a sus seguidores o les culpa por la deserción.
Los conservadores son responsabilizados en las urnas por el deterioro del Reino Unido urbano.
George Galloway, crítico contundente de Israel, demostró que hay poder sin estar en un cargo público.
La ira no se limita a los votantes musulmanes y el Partido Laborista debe responder a sus preocupaciones sobre el conflicto en Medio Oriente.
El Partido Laborista corre el riesgo de dar por sentado su apoyo de los votantes musulmanes, pensando que no tienen a donde más ir.
En esta elección de cambio, el Partido Laborista necesita ganarse los votos al presentar un caso para un cambio inspirador y transformacional.
Conclusión: Debe haber un cambio en la postura política del Partido Laborista. Este cambio debe encaminarse hacia escuchar más a sus seguidores y tomar una postura clara y moral contra las acciones de Israel. Además, deben presentar una política clara y distinta que atienda las preocupaciones de sus votantes sobre los conflictos en Medio Oriente.