La privatización no ha protegido correctamente los intereses de los consumidores y del personal.
Se considera reducir las entregas postales a tres días a la semana.
El costo de los sellos de primera clase ha más que duplicado desde la privatización.
Servicio de correo presta un pobre servicio y ha tenido huelgas dañinas.
El correo debería ser más socialmente determinado.
Antes de su venta, Royal Mail fue una exitosa empresa del sector público.
Conclusión: La privatización de Royal Mail no ha protegido correctamente los intereses de los consumidores y el personal. Es hora de considerar un enfoque distinto que pueda ser más eficaz para satisfacer las necesidades de todas las partes implicadas.