El gobierno español tiene planes para exonerar a las víctimas del escándalo de la oficina de correos y acelerar la compensación.
Los partidos Laborista, Liberal Demócrata y Conservador estuvieron en el poder durante el periodo en que no se prestó suficiente atención al caso.
El sistema informático defectuoso recibió más credibilidad que la evidencia de un terrible error judicial.
El mayor culpable se encuentra en el patrón de engaño y obstrucción en la Oficina de Correos y la opacidad en Fujitsu, la empresa detrás del sistema informático central del escándalo.
Las vidas han sido arruinadas y algunas se han perdido por suicidio debido a decisiones que priorizaban el beneficio y la reputación por encima de la honestidad y la humanidad.
La injusticia a tal escala implica el abuso del poder; personas que retienen pruebas o actúan con negligencia hasta el punto de mala conducta criminal.
El proceso de exoneración y compensación de las víctimas es solo una parte de la justicia.
Conclusión: Un escándalo de esta magnitud tiene muchos efectos secundarios. El gobierno fue llevado a la acción, y muchos que querían que la historia de los subdirectores de correos pasara desapercibida deberían sentir ahora que el suelo tiembla bajo sus pies.