La violencia política amenaza la democracia de Estados Unidos.
La violencia es contraria a la democracia y las diferencias deben resolverse con votos, no balas.
Es necesario que los líderes políticos y los ciudadanos resistan la violencia y la retórica extremista que la alimenta.
Estados Unidos se enfrenta a un desafío ya que la violencia está influyendo en la vida política del país.
La elección presidencial de alto riesgo está estresando el compromiso de la nación con la resolución pacífica de las diferencias políticas.
La encuesta mostró signos preocupantes de que muchos estadounidenses justifican el uso de la fuerza en la política.
Conclusión: La agenda política de Trump no debe oponerse ni buscarse a través de la violencia. La elección debe resolverse a través de los votos y el desafío es prevenir que la violencia se arraigue más en la vida política.