El Presidente Biden ha descrito repetida y acertadamente las apuestas de las elecciones presidenciales como nada menos que el futuro de la democracia estadounidense.
Donald Trump ha demostrado ser un peligro importante para esa democracia, socavando sistemáticamente la integridad de las elecciones.
Biden ha argumentado que él es el candidato con la mejor posibilidad de enfrentar esta amenaza y derrotarla.
Biden ha tenido dificultades para explicar qué lograría en un segundo mandato.
El mayor servicio público que Biden puede ofrecer ahora es anunciar que no continuará su candidatura para la reelección.
Los estadounidenses están buscando voces frescas para enfrentarse a Trump.
El Partido Republicano ha sido adoptado por las ambiciones de Trump.
La carga de ofrecer un candidato fuerte recae en el Partido Demócrata.
Conclusión: El camino más claro para que los demócratas derroten a un candidato definido por sus mentiras es tratar con honestidad al público estadounidense: reconocer que Biden no puede continuar su carrera y crear un proceso para seleccionar a alguien más capaz para derrotar a Trump en las próximas elecciones.