Durante el caso de inmunidad de Donald Trump del 6 de enero ante el Tribunal Supremo, se planteó la cuestión de si el presidente es o no un monarca y si debería estar por encima de la ley.
Las actitudes de los jueces de extrema derecha sugirieron una falta de interés en el caso, enfocándose más en la posibilidad de que el procesamiento de Trump pudiera provocar futuras persecuciones maliciosas de ex presidentes.
La negativa de Trump a aceptar su derrota en más de 60 demandas ha llevado al caso actual.
Los abogados de Trump argumentan que él sería inmune a la persecución por ordenar a los SEAL Team Six asesinar a uno de sus rivales políticos.
Si Trump gana la elección, podría cerrar la acusación e implementar su versión extrema de la impunidad ejecutiva.
Conclusión: El futuro parece sombrío si el tribunal prolonga el caso, lo que podría conducir a un presidente que realmente puede cometer delitos en pleno día y salir impune.