Donald Trump ha llevado a cabo negocios que han fracasado, enfrentándose a frecuentes quiebras corporativas.
El Partido Republicano corre el riesgo de ruina financiera ya que Trump absorbe los fondos para su propio beneficio.
Las finanzas de campaña de Trump son significativamente más bajas que las de Biden.
Los costos legales de Trump son pagados a través de las donaciones de sus seguidores y amenazan la salud financiera del partido.
Los problemas financieros aquejan a numerosos comités de estado y la infighting partidario intensifica estos problemas.
Las carencias financieras del Partido Republicano quedan reflejadas en las batallas por la Cámara y el Senado, donde los comités demócratas tienen más fondos.
Conclusión: Los republicanos deberían buscar un líder que pueda unificar al partido y atraer a los donantes, en lugar de seguir alineados detrás de un líder que prioriza sus propios intereses sobre los del partido.