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Editorial: The New York Times

  • Donald Trump está a punto de garantizar su nominación presidencial del partido republicano por tercera vez, transformando el partido en un medio para la realización de sus ambiciones.
  • El partido republicano ha dejado de lado sus responsabilidades tradicionales, buscando la elección de un solo individuo a expensas de la integridad, el principio, la política y el patriotismo.
  • Trump ha mostrado un desprecio hacia la Constitución y el estado de derecho que lo hace no apto para el cargo.
  • El control que Trump ha tenido sobre el partido republicano indica una falta de líderes que estén dispuestos a hacer frente a su visión sobre el futuro del partido.
  • El partido ha perdido la capacidad de gobernar efectivamente al renunciar a la disidencia o al debate interno.
  • Trump ha utilizado la elección primaria para purgar a los disidentes dentro del partido.
  • El aparente apoyo a Trump plantea enormes riesgos, tanto internos como externos, para los Estados Unidos.
  • El mandato de Trump refleja el apoyo inquebrantable de sus seguidores, lo que indica la creciente polarización de la política estadounidense.
  • La falta de resistencia al dominio de Trump convierte al Partido Republicano en una entidad que existe solo para satisfacer la voluntad de un hombre.

Conclusión: El Partido Republicano se encuentra en una situación de crisis y está perdiendo su potencial para gobernar de manera efectiva al servir a la voluntad de un solo individuo, en lugar de centrarse en sus valores y políticas tradicionales.