Las universidades y otros entidades que desean influir en las políticas públicas o el debate deben mantener una cultura de apertura.
Existe una amenaza hacia la libertad de expresión por parte del gobierno, intentando limitar y controlar lo que las personas puedan expresar.
Las leyes anticuotas en varios estados de los EE. UU. violan derechos constitucionales, ya que limitan la libre expresión.
Actos de protesta como boicots están protegidos por la Primera Enmienda.
Las restricciones gubernamentales también están interfiriendo en la enseñanza de temas de diversidad e inclusión.
Los esfuerzos para controlar el pensamiento y el debate pueden venir tanto de la derecha como de la izquierda.
Es necesario entender la diferencia entre proteger el derecho a incluir programación de diversidad, equidad e inclusión y requerir que se haga, especialmente en la educación superior.
Policía del discurso en campus universitarios llevan a consecuencias no deseadas.
Conclusión: La censura en todas estas políticas debería preocupar a todos los estadounidenses, ya que atenta contra una educación libre y plural.