El 16 de septiembre marca dos años desde la muerte de Mahsa Amini a manos de la policía de Irán por violar las normas de vestimenta.
El primer año posterior a esto se caracterizó por el movimiento 'Mujer, Vida, Libertad' y una insurgencia importante del movimiento juvenil y de mujeres.
Se observó una represión significativa por parte del estado y un intento de sofocar las voces de protesta.
El segundo año se caracterizó por un sentimiento de resignación, y la elección de un nuevo presidente percibido como más moderado no cambió la situación.
Las condiciones humanitarias han empeorado significativamente, con violaciones graves de derechos humanos incluyendo más de 500 muertes a manos de las fuerzas de seguridad.
A pesar de todo, la resistencia persiste, particularmente entre la juventud.
La generación Z sigue desafiando las normas, usando las redes sociales para expresarse y los exiliados continúan alzando la voz.
Conclusión: La lucha por la libertad y los derechos humanos en Irán continúa sin tregua, a pesar de la represión estatal y las condiciones difíciles.