Los Juegos Olímpicos han conseguido cambiar el clima político de ansiedad prevaleciente en Francia.
A pesar de la constante lluvia durante el fin de semana, la emoción y entusiasmo del evento no disminuyeron.
La cálida interacción y el deseo mutuo de olvidar las discusiones y conflictos caracterizaron esta edición del evento.
Es evidente el deseo de estar juntos, divertirse y disfrutar del evento deportivo.
La primera medalla de oro ganada por un equipo de rugby de Francia añadió a la emoción.
Sin embargo, es demasiado pronto para concluir que este entusiasmo perdurará.
Conclusión: Aunque los Juegos Olímpicos no son eventos históricos, el espíritu con el que han comenzado ciertamente tiene el potencial de elevar el ánimo colectivo.