El problema de Emmanuel Macron es su afición por la reforma por el placer de reformar
Suele ignorar los daños colaterales, como se vio en las reformas de las pensiones, el seguro de desempleo y recientemente en Nueva Caledonia
Sus proyectos son mal organizados, mal preparados, y aplicados a la fuerza, creando inestabilidad social
La reforma del audiovisual público no escapa a esta dinámica
Cuestionamiento de por qué quiere reformar entidades separadas que ya funcionan bien, o que podrían necesitar pequeñas mejoras pero no una fusión completa
Conclusión: Macron se caracteriza por su tendencia a impulsar reformas radicales sin considerar suficientemente las consecuencias o la necesidad de dichas reformas