La prensa de Bolloré lanzó una ofensiva contra Emmanuel Macron tras proponer 'etiquetar' los sitios y redes productoras de información según normas éticas, para distinguirlos de los propagadores de noticias falsas.
Los medios controlados por Bolloré, extremaderecha y parte de la derecha condenaron esto como una 'deriva liberticida' y una amenaza al 'discurso libre'.
Macron niega haber hablado de una 'etiqueta estatal' y aclara que su intención no es 'crear ninguna etiqueta', y mucho menos un 'ministerio de verdad'.
En 2018, Macron sugirió una ley para combatir la desinformación durante las elecciones después de experimentar propaganda falsa de los medios rusos (RT y Sputnik) durante su campaña.
Macron en su papel de jefe de estado hace sus propias recomendaciones, corre el riesgo de ser sospechoso de tener conflictos de interés ya que él mismo es un actor político.
Desde 2017, Macron ha intentado seleccionar a los periodistas que cubren sus viajes y ha limitado el acceso a los reporteros, como ningún otro presidente antes.
Conclusión: Aunque Macron no parece ser el mediador correcto para iniciar este debate, plantea preguntas serias sobre la fiabilidad de los medios de comunicación y la propagación de las noticias falsas antes de las elecciones presidenciales. La educación y el desarrollo del pensamiento crítico puede ser más útil en la lucha contra las noticias falsas que cualquier 'etiqueta' institucional.