La COP30 de Belem termina con un equilibrio insatisfactorio, defraudando las expectativas y la urgencia climática.
Un mundo multipolar con crecientes tensiones geopolíticas y comerciales ha frenado los esfuerzos para acelerar la implementación de los compromisos del Acuerdo de París.
En un positivo, las 194 naciones reafirmaron su compromiso con el multilateralismo y el Acuerdo de París.
Los grandes países emergentes, liderados por India y Arabia Saudita, han logrado proteger a las fuentes de energía fósiles.
La Unión Europea, aislada en sus esfuerzos para eliminar el uso de carbón, petróleo y gas.
La UE negó nuevas solicitudes financieras del Sur desde el inicio de las negociaciones, lo que ha provocado malestar.
La UE, en vez de defender, debería construir nuevas alianzas para recuperar su liderazgo en el clima.
Las COP sirven para mantener el clima en el centro de la agenda, pero también para defender las prioridades nacionales y modelo de desarrollo.
Conclusión: Belem es una oportunidad perdida, la lucha contra el cambio climático debe ser constante y proactiva, cada día cuenta.