Las purgas en China son brutales y no dejan a nadie fuera, afectando incluso a los generales de más alto rango.
El segundo en el mando del ejército chino, He Weidong, es uno de los afectados.
El Almirante Miao Hua, y Lin Xiangyang, encargados del reclutamiento y de las operaciones ante un posible enfrentamiento con Taiwán respectivamente, también han sido apartados.
Estos movimientos aparentan una vulnerabilidad en el partido comunista chino, presidido por Xi Jinping.
Xi Jinping afirma que estas purgas demuestran su poder y que tiene control sobre el partido y la nación.
El líder chino cree que la laxitud de las élites y el control social llevaron a la caída de la Unión Soviética, y busca evitar que esto suceda en China.
En su lucha por consolidar el poder del partido y llevar a China al primer lugar, Xi Jinping ha puesto fin a la era de reformas y apertura, dando paso a una fase de fortalecimiento y blindaje.
Conclusión: El enfoque de Xi Jinping hacia un control más estricto y la disposición de erradicar lo que ve como problemas dentro de su sistema pueden resultar en una cresciente tensión con los Estados Unidos y otros países occidentales.