La reciente escalada de violencia en Gaza sirve como una advertencia de lo que podría pasar cuando los protagonistas quedan a su propia suerte.
La reactivación de un proceso para la posible creación de un estado palestino, promovida por los enviados personales del presidente Trump, Kushner y Witkoff, es una tarea desafiante.
Imponer un alto al fuego y liberar a los rehenes israelíes en Gaza es muy diferente a poner en práctica los puntos del plan presentado el 29 de Septiembre.
El plan es impreciso y carece de muchos aspectos, incluyendo un calendario y cualquier mención de Cisjordania, que es el escenario de una agresiva colonización israelí.
Para que este plan de paz tenga éxito, Trump necesita más aliados de los que actualmente posee.
Una internacionalización de la cuestión de Gaza, que comenzó con una reunión en Charm El-Cheikh, requiere más apoyo.
La implementación del plan de paz para Gaza en una resolución de las Naciones Unidas podría reforzar sus posibilidades de éxito.
Conclusión: Washington no conseguirá su propósito sin el apoyo activo de las potencias de la región, que están dispuestas a involucrarse para lograr una estabilización del Medio Oriente y el Próximo Oriente. El tiempo es crucial.