François Bayrou, presidente del MoDem, se convierte a los 73 años en el nuevo inquilino de Matignon, sustituyendo a Michel Barnier.
La situación política es sumamente incierta, y el quirto primer ministro francés es bastante posible que no dure más que sus predecesores.
François Bayrou, quien aspira a unir las fuerzas de izquierda, centro y derecha, tiene que actuar rápidamente para que no dejar a Marine Le Pen dominar el juego.
Parte de la izquierda ha cambiado su postura hacia un acuerdo de no censura, a pesar de que aún exige que el gobierno se abstenga de usar el artículo 49.3.
La derecha mantiene una postura cautelosa y es posible que no participe en el gobierno según el proyecto que Bayrou defendiera.
Conclusión: Es una necesidad apremiante que el presidente y la representación nacional se recuperen, que los partidos políticos miren más allá de sus propios intereses, ya que el continuo descontento amenaza aún más el contexto político.