El primer ministro, cada vez más acorralado, cede a las demandas de Marine Le Pen para intentar evitar la censura del gobierno.
Se compromete a no aumentar los impuestos sobre la electricidad, revisar las ayudas médicas y proponer un proyecto de ley para introducir la proporcionalidad en las elecciones.
Las tensiones continúan a pesar de las concesiones, con una posible falta de presupuesto y de gobierno en un futuro próximo.
Marine Le Pen se beneficia de la situación, ejerciendo presión sobre el gobierno mientras se mantiene en el centro de la escena política.
Conclusión: Habiendo cedido mucho, el primer ministro se enfrenta a la tarea de equilibrar las concesiones adicionales a Le Pen para salvar su gobierno.