Israel hasta hace poco ha gozado de impunidad en relación a la cuestión palestina, provocando fuertes reacciones en Israel al resultar el primer ministro, Benyamin Nétanyahou, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, acusados de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad por la CPI.
Estos dirigentes están supuestamente acusados de privar intencionalmente a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia, y de obstaculizar la ayuda humanitaria en contravención del derecho humanitario internacional.
A pesar de las restricciones de acceso a la prensa en Gaza por parte de Israel, se han acumulado pruebas de los crímenes perpetrados, incluyendo miles de víctimas civiles, devastación a gran escala y desplazamientos forzados.
La CPI probablemente no habría tenido que intervenir si se hubieran llevado a cabo investigaciones similares dentro de Israel, sin embargo, esto no ha ocurrido.
El gobierno de Estados Unidos, al tomar partido en este conflicto siguiendo a las autoridades israelíes, tiene un déficit en la guerra de Gaza, que se lleva a cabo con bombas estadounidenses.
Conclusión: Es necesario ser consciente y apoyar la decisión de la CPI de mantener la justicia y preservar comportamientos de rendición de cuentas, a pesar de las presiones que ha sufrido y de la supuesta acusación de antisemitismo.