Es claro que la guerra en discusión continúa debido a la indecisión de los Estados Unidos, quien ha permitido a Kiev atacar el territorio ruso en profundidad con misiles americanos.
Además de la intervención de los Estados Unidos, la participación de Corea del Norte fomentó la agresión al enviar su ejército.
La incertidumbre de la Administración Trump ha llevado a ambos bandos a incrementar sus fuerzas en el campo de batalla.
Los aliados occidentales de Kiev temen las consecuencias de un mayor compromiso con Ucrania y han perdido tiempo precioso debatiendo deliveradamente.
Las restricciones a los envíos de misiles de largo alcance a Ucrania se levantarán caso por caso, lo que no refleja una guerra de alta intensidad.
Las continuas destrucciones dentro de territorio ucraniano por parte de Rusia demuestran la brutalidad y continuidad del conflicto.
Conclusión: Dado todo esto, se espera que otras naciones decidan rápidamente seguir el ejemplo de los Estados Unidos y proporcionen también misiles de largo alcance a Kiev. Sólo un mayor respaldo militar para Ucrania puede lograr una paz negociada con Rusia.