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Editorial: Le Monde

  • Michel Barnier se comprometió a escuchar, respetar y rendir cuentas a los franceses y a trabajar más con el parlamento.
  • Barnier mostró una falta de claridad sobre el futuro de la ley sobre el fin de la vida y la eutanasia, una reforma importante impulsada por el presidente.
  • Barnier propone retomar el diálogo sobre esta ley en 2025, pero sin un calendario o intención clara.
  • El proyecto de ley, que legalizaría la ayuda para morir, plantea cuestiones cruciales y desafiantes.
  • La ley es favorecida por el público y por un gran número de la convención ciudadana, pero enfrenta una oposición significativa de la iglesia, algunos profesionales de la salud y de la derecha republicana.
  • El aplazamiento indeterminado de la revisión de la ley sería incomprensible en el contexto de la desconexión percibida entre los legisladores y las preocupaciones de los ciudadanos.

Conclusión: Es esencial que el gobierno aborde sin demora la ley de fin de vida y es inexcusable ignorar las preocupaciones de la opinión pública. La legitimidad del gobierno y la confianza de los ciudadanos en él pueden verse erosionadas si estos temas cruciales se dejan de lado.