La falta de eficiencia de las Naciones Unidas se hace evidente una vez más en la escalada violenta entre Israel y Hezbollah.
Dos conflictos principales, la agresión rusa en Ucrania y la destrucción de Gaza, han mostrado la parálisis del Consejo de Seguridad, bloqueado por los vetos rusos y americanos.
La Asamblea General ha aprobado numerosas resoluciones, pero son, en su mayoría, simbólicas y no se trasladan a la realidad, lo que debilita la imagen de la ONU.
El uso constante del veto por parte de Rusia está corroyendo la arquitectura internacional establecida para garantizar la seguridad.
La reforma necesaria del Consejo de Seguridad parece estar lejos de materializarse, su composición actual es una caricatura del estado del mundo.
Notablemente, Washington abogó por dos asientos permanentes para África en el caso de una expansión del Consejo de Seguridad, pero sin el derecho a veto.
El aparente abandono de las Naciones Unidas coincide con un creciente número de crisis globales que requieren respuestas multilaterales.
Conclusión: La incapacitación de la ONU para resolver problemas globales y la falta de reforma del Consejo de Seguridad son preocupantes dado el creciente número de crisis globales, destacando la necesidad de soluciones multilaterales eficaces.