La Comisionada Europea, Ursula von der Leyen, enfatiza la necesidad de una respuesta europea para los retos migratorios que sea justa, firme y basada en valores de derechos humanos.
Europa muestra una vez más su desunión y falta de solidaridad con respecto a la migración.
Alemania ha reintroducido el control de sus fronteras sin concertación.
Polonia y Grecia se han pronunciado en contra de la decisión de Alemania, la cual envía un mensaje desastroso a sus vecinos.
Muchos temen que los vecinos de Alemania sigan su ejemplo, en particular Austria y la República Checa.
Alemania es el destino principal para solicitantes de asilo en Europa que ingresan a través de Italia, Grecia o los Balcanes.
El acuerdo de Dublín dictamina que los países de primera entrada tienen que acoger a los inmigrantes, pero considera que este sistema ya no funciona.
Existen planes para introducir solidaridad en el sistema actual, pero no se implementarán oficialmente hasta 2026.
El cambio en la postura de Alemania pone en riesgo futuras negociaciones en Bruselas respecto a futuras regulaciones.
Conclusión: La cuestión de la migración requiere respuestas más allá de la improvisación y la actitud individualista. El comportamiento actual amenaza la cohesión de la Unión Europea y las mismas valores que Ursula von der Leyen ha remarcado.