El avión de combate Rafale de Dassault Aviation está ganando éxito en el extranjero, impulsando las exportaciones de armas francesas al segundo lugar mundial.
El último contrato de venta del Rafale se firmó en Serbia, por un valor cercano a los 3 mil millones de euros.
El éxito comercial del acuerdo es indudable pero su dimensión diplomática es polémica, debido a los lazos cercanos de Serbia con Rusia.
Serbia y su postura sobre Moscú genera dudas, ya que no aplica las sanciones impuestas a Rusia por la UE y sigue manteniendo relaciones comerciales.
La venta de los Rafale se ve como una estrategia de anclaje de Serbia a Europa y un cambio histórico y estratégico.
Existe el temor de que la tecnología y el conocimiento del Rafale se expongan a rusos y chinos en Serbia.
El motor más potente de la integración de Serbia en Europa no se encuentra en las ventas de armas, sino en superar el nacionalismo y la gestión autocrática.
Conclusión: La venta del Rafale puede ayudar a reforzar los lazos de Serbia con Europa, pero la integración plena depende también de cambios políticos internos en Serbia.