El primer vuelo de Ariane-6, un proyecto lanzado en 2014, resultó ser un éxito después de meses de retardo en el programa.
Este exitoso lanzamiento ha hecho que Europa retome su participación en el área espacial, un sector estratégico para la exploración lunar, la defensa, la observación de la tierra, la telecomunicación e Internet de alta velocidad, mediante la utilización de satélites.
Ariane-6 debería ayudar a recuperar una parte del tiempo que Europa ha perdido en el mercado, que ha sido revolucionado por el New Space.
Sin embargo, Ariane-6 enfrenta una fuerte competencia con SpaceX, la empresa de Elon Musk, y New Glenn, la empresa de Jeff Bezos, que están preparando el lanzamiento de cohetes reutilizables de nueva generación.
Eumetsat, la agencia europea de satélites meteorológicos, ha cancelado el lanzamiento de uno de sus dispositivos a través de Ariane-6 y ha optado por SpaceX, mostrando su falta de confianza en el proyecto europeo.
Conclusión: Europa necesita reorganizarse y adaptarse a la nueva dinámica competitiva del sector espacial ya que su soberanía en términos de telecomunicaciones está en juego. Los cambios deben ser rápidos para evitar quedarse atrás en comparación con otras grandes naciones como los Estados Unidos, China, India y Japón.