La Comisión de Bruselas está dispuesta a aumentar significativamente los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China.
Esta decisión viene como respuesta a las llamadas de mayor proteccionismo tras las elecciones europeas.
La medida es el resultado de una investigación que destaca las masivas subsidios públicos que los fabricantes chinos reciben.
La UE planea compensar estas distorsiones con impuestos de hasta un 48%, en comparación con el 10% actual.
La Comisión demuestra que China no es el miembro modelo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que pretende ser.
La aplicación de aranceles también representa un mensaje claro para Pekín.
La UE ahora puede estar expuesta a represalias a pesar de tener cuidado al justificar sus críticas.
Es esencial mantener la unidad de los Vientisiete, a pesar de los posibles efectos secundarios de estas tasas.
Conclusión: Es necesario que la Unión Europea muestre unidad y firmeza en este tema, tanto para mantener su credibilidad como para proteger sus intereses y empleos industriales en el futuro.