Las tropas estadounidenses se ven obligadas a abandonar Niger, siete meses después de que los militares franceses tuvieran que hacer lo mismo.
Estados Unidos mantenía una fuerza de 1,100 hombres en Niger a través de dos bases.
Kremlin está reforzando su influencia en la región.
Las autoridades militares en Mali, Burkina Faso y Niger, que llegaron al poder a través de golpes de estado, están alineándose con Moscú.
Existe la preocupación de que el primer ministro de Niger pueda haber firmado un acuerdo con Irán para el acceso a las reservas de uranio nigerianas.
Las relaciones con Chad son inciertas, con las fuerzas de Estados Unidos y Francia aún presentes a pesar de las ambiciones de Rusia.
La región se ha convertido en un escenario para las potencias extranjeras, lideradas por Rusia.
Conclusión: Esto marca una tendencia preocupante en la que las fuerzas occidentales son desplazadas, con estadounidenses y europeos tomando conciencia de la situación demasiado tarde y sin una respuesta clara.