Olaf Scholz, el Canciller de Alemania, ha seguido más la línea de Angela Merkel en las relaciones con China que en cualquier ruptura con ella.
El término Zeitenwende, que significa 'Cambiar de época', fue utilizado por Scholz en el contexto del cambio en las relaciones alemanas con las democracias y las dictaduras.
El enfoque alemán de 'Wandel durch Handel' (cambio a través del comercio) ya no es tan efectivo.
Aunque la Unión Europea busca reducir los riesgos asociados con China, muchas empresas alemanas aún consideran que el principal riesgo es no involucrarse lo suficiente en la segunda economía más grande del mundo.
El partido de Scholz y su Ministro de Ecología tienen posturas divergentes con respecto a China.
A pesar de llamar a la competencia 'abierta y justa', Scholz parece ignorar que Beijing opera principalmente a través de la fuerza.
Xi Jinping, lejos de comprometerse, apuesta por su industria fuertemente subvencionada para mantener una economía fuerte, a pesar de una demanda interna débil.
Conclusión: Es imperativo que Scholz reconozca las reservas de muchos países europeos con respecto a Beijing y aplique las lecciones de su teorizado Zeitenwende.