El gobierno no cerró la puerta del 'no importa cuánto' costará 'a tiempo, lo que ahora lleva a un camino tortuoso económicamente y políticamente.
La nueva hoja de ruta para el presupuesto parece insostenible, con el objetivo de reducir el déficit público al 3% del PIB en 2027 y teniendo que superar múltiples obstáculos.
Se esperan dificultades a corto plazo, necesitando encontrar 10 mil millones de euros en ahorros adicionales para enfrentar un desequilibrio entre gastos e ingresos.
El gobierno enfrenta desafíos sobre cómo equilibrar las cuentas sin una mayoría, y la estrategia de evitación se optó después de malentendidos dentro del ejecutivo en cuanto a la oportunidad de un presupuesto colectivo votado por el Parlamento.
El líder, Emmanuel Macron, finalmente decidió ya que cree que hay más que perder que ganar al llevar a cabo un debate parlamentario que podría arrojar luz sobre la incapacidad del poder para manejar las finanzas públicas.
Las finanzas creativas están en juego, ya que ahora se están pidiendo los montos que no se gastan para poder recuperarlos al final del año.
Existe la amenaza de un veto de la oposición que podría tener lugar durante la revisión del próximo proyecto de presupuesto este otoño.
Conclusión: Desde que Emmanuel Macron asumió el poder, la deuda ha crecido gradualmente hasta convertirse en el asunto no abordado de un presidente que solo ve la salvación en el crecimiento y el pleno empleo. El final del mandato parece un largo desafío para encontrar soluciones de largo plazo al problema del presupuesto en un contexto político y social poco propicio.