La 'gran ley agrícola' de Emmanuel Macron está a punto de ser introducida, tras varios retrasos.
El contexto ha cambiado significativamente por la guerra en Ucrania, la inflación alimentaria, las tensiones comerciales y las protestas agrícolas en Europa.
El objetivo es modernizar el modelo de producción agrícola en Francia para ser más competitivo y adaptarse al cambio climático.
Se ha atenuado notablemente la ambición ecológica del proyecto de ley.
La soberanía agrícola se ha considerado una prioridad estratégica, particularmente en el contexto de la invasión de Ucrania por Rusia.
Se critica la concesiones del gobierno en el texto, considerándolas un obstáculo para la transición ecológica necesaria.
Es fundamental encontrar un equilibrio entre la competitividad, la soberanía y la preservación de la biodiversidad y el clima.
Conclusión: La ley agrícola propuesta supone un desafío considerable, buscando un compromiso entre los intereses económicos, ecológicos y geopolíticos, en plena campaña electoral europea.