El gobierno cometió un error de apreciación de 18 mil millones de euros, lo que resultó en una situación presupuestaria delicada.
El déficit público estimado para 2023 es sustancialmente mayor que lo previsto.
El déficit, que ha aumentado en un 22% en un año, representa el 5.5% del PIB.
Francia enfrenta presiones de sus socios europeos y agencias de calificación financiera debido al desequilibrio de sus cuentas públicas.
Para mantener un déficit inferior al 3% del PIB en 2027, se necesitarán encontrar 50 mil millones de euros en economías.
El hecho de posponer la reducción de los déficits ha resultado en una cuesta más empinada a subir.
El mantenimiento de la trayectoria presupuestaria actual se vuelve cada vez más hipotético.
Es necesario superar debates estériles y actuar con discernimiento para balancear ahorros y crecimiento.
Conclusión: El país necesita mejorar la eficiencia de los gastos públicos y reevaluar el nivel de fiscalidad, manteniendo al mismo tiempo la necesidad de inversiones indispensables en transición ecológica, educación, salud y defensa.