La organización de los Juegos Olímpicos de París 2024 se enfrenta a importantes desafíos en términos de transporte y seguridad.
Los visitantes diarios se invita a utilizar medios de transporte públicos para minimizar la huella de carbono.
Existe un importante desfase entre las promesas de infraestructura realizadas en 2015 y lo que se ha logrado hasta ahora.
Los tiempos de construcción y los costos han sido más altos de lo esperado, y el calendario de entrega ha sufrido retrasos.
A pesar de los desafíos, se han acelerado y finalizado algunas infraestructuras importantes para los Juegos.
Existen preocupaciones sobre la actividad de operadores de transporte importantes como RATP y SNCF.
Los efectos de la pandemia de Covid-19 y décadas de subinversión han desorganizado y reducido la capacidad del sector.
La competencia en el sector de transporte se intensifica mientras los empleados se enfrentan a horarios de trabajo más largos y poder adquisitivo reducido.
Las empresas están intentando superar esta crisis social otorgando bonificaciones e incrementando contrataciones.
Conclusión: Los desafíos de la infraestructura de transporte y las tensiones laborales son potencialmente riesgosos para los Juegos Olímpicos de París 2024. Las medidas tomadas hasta la fecha para abordar estos problemas pueden ser insuficientes en el largo plazo.