Las acusaciones de Israel contra el personal de la UNRWA en Gaza por su implicación en los asesinatos de civiles israelíes son graves y amenazan la reputación y credibilidad de la agencia de la ONU.
La dura respuesta de Israel al incidente, junto con la crisis alimentaria y sanitaria en Gaza, ha resultado en un número sin precedentes de víctimas palestinas.
Las ya tensas relaciones entre la ONU e Israel se han agudizado por estas acusaciones, con Israel acusando al secretario general de la ONU de parcialidad.
Israel considera ilegítima la existencia de la UNRWA, argumentando que prolonga artificialmente uno de los principales aspectos controversiales del conflicto israelo-palestino: el destino de los refugiados.
La suspensión de la financiación de la UNRWA por parte de Estados Unidos, en respuesta a estas acusaciones, plantea un dilema dadas las actuales condiciones de vida de los palestinos en Gaza.
Conclusión: En su conjunto, esta crisis evidencia la tensión fracasada entre la necesidad de mantener la legitimidad y la rendición de cuentas dentro de las instituciones internacionales, y el desafío de responder efectivamente a las necesidades humanitarias en situaciones de conflicto como el de Gaza.