El brote de peste porcina africana detectado en la sierra de Collserola podría tener su origen en una instalación de confinamiento biológico.
La crisis se eleva a una nueva fase ofrecida la posibilidad de que la fuente pueda ser una institución científica.
Las consecuencias potenciales son de alta gravedad, incluyendo daños económicos significativos para el sector porcino español.
Las restricciones de acceso se han extendido a 79 municipios, afectando así a actividades recreativas como el senderismo y el ciclismo.
Los inspectores comunitarios desaconsejaron la caza descontrolada de jabalíes por la posibilidad de la extensión de la epidemia.
Conclusión: Se necesita transparencia y diligencia de las autoridades para manejar la crisis y minimizar las consecuencias, mientras se continúa la investigación para confirmar la fuente del brote y las responsabilidades relevantes.