El apagón que dejó a oscuras a España y Portugal el 28 de abril fue causado por múltiples factores, y no por un ciberataque.
Las culpas se reparten entre la Red Eléctrica de España (REE) y las grandes compañías privadas.
En el informe presentado que narra las causas del apagón hay omisiones significativas, y no se mencionan algunas entidades claves.
El Gobierno tuvo que firmar contratos de confidencialidad para poder acceder a los datos de las empresas.
El gobierno y las grandes compañías eléctricas deben invertir en mejorar el sistema eléctrico para prevenir incidentes similares.
El informe también indica la necesidad de renovar la normativa de operación en el sector energético.
Conclusión: La claridad y transparencia son necesarias en el sector eléctrico, especialmente durante tiempos de cambio y transformación. Además, es importante evitar la repetición de incidentes como el apagón del 28 de abril.