Donald Trump ha anunciado la imposición de aranceles a nivel global, cambiando el sistema multilateral de comercio establecido hace más de treinta años.
Estos aranceles recíprocos son basados en los déficits comerciales de cada país, oscilando entre el 20% para Europa y el 54% para China.
La represalia de otros países podría desencadenar una guerra comercial de enormes consecuencias, frenando el crecimiento económico global.
Esta decisión ha generado inseguridad jurídica, afectando inversiones a nivel global y creando consecuencias en sectores americanos como el académico.
La nueva política económica de Trump busca abordar el déficit comercial de Estados Unidos, pero la competencia no se combate con proteccionismo sino con reformas estructurales.
Los países están obligados a reorganizar su comercio internacional, tomar represalias y forzar una negociación paritaria, especialmente la Unión Europea que debe mantener la unidad.
Conclusión: El rumbo proteccionista de Trump introduce serias turbulencias a la economía y política global, siendo su impacto y reacciones por los demás países aún inciertos.