Se han aprobado inversiones de 820 millones de euros en tres proyectos tecnológicos en Barcelona, lo que refuerza su posición como un potente centro de innovación y investigación.
Estos proyectos incluyen la creación de una fábrica de inteligencia artificial, y el diseño de un chip propio y un chip fotónico, equiparables a la tecnología del CERN en Suiza.
Aunque estas inversiones son importantes, representan solo una décima parte del capital necesario para alcanzar el primer nivel mundial de investigación científica y desarrollo tecnológico.
Barcelona es la quinta región europea que emplea gente en ciencia, pero todavía está lejos de la inversión deseada en investigación y desarrollo respecto al producto interior bruto.
Se requiere más inversión de capital público y privado para fomentar el crecimiento de la apuesta científica y tecnológica.
Las empresas de tecnología profunda en Catalunya se dedican principalmente a la biotecnología, seguida de la inteligencia artificial y los materiales sostenibles.
Existe un problema de transferencia al mercado de la producción científica realizada en Catalunya.
Conclusión: Barcelona debe resolver los desafíos regulatorios y atraer más talento e inversión para maximizar las oportunidades en la ciencia y la tecnología. Sin embargo, se está haciendo un progreso significativo y el futuro parece prometedor.