La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de detención contra el primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, su exministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del ala militar de Hamas, Mohamed Deif, acusándolos de crímenes contra la humanidad y de guerra.
El tribunal ha rechazado los alegatos israelíes de que la CPI no tiene jurisdicción sobre el Estado de Palestina ni sobre los ciudadanos israelíes.
La decisión ha sido criticada tanto dentro de Israel como por los Estados Unidos, que sigue apoyando firmemente a Israel.
Este movimiento limita considerablemente la capacidad de Netanyahu para viajar a muchos países que reconocen la jurisdicción de la CPI.
A pesar de las acusaciones, es improbable que Israel entregue a Netanyahu y Gallant al tribunal. La decisión extiende más sombras sobre Netanyahu y aísla aún más a Israel en el contexto internacional.
Conclusión: Esta decisión histórica de la CPI ha provocado una situación inédita, poniendo a la diplomacia mundial ante un nuevo dilema y aumentando la presión sobre Israel y Netanyahu. Aunque el alcance de las acciones reales sigue siendo incierto, ha marcado un hito importante en la lucha por la rendición de cuentas y la justicia internacional.