Han pasado 1.000 días desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, una guerra que parece lejos de terminar o entrar en proceso de negociación.
Las tácticas de Rusia para tomar control son costosas en vidas humanas pero efectivas para progresar en territorio.
La llegada de Donald Trump podría cambiar el rumbo del conflicto; su postura difiere de la de Biden en abrir conversaciones inmediatas y ser escéptico con la ayuda a Ucrania.
El presidente ucraniano, Zelenski, muestra deseo de acabar la guerra para 2025 por medios diplomáticos.
Una posible solución negociada sería que Rusia mantenga control de Crimea y Donbass mientras Ucrania se acerca más a la UE y OTAN.
Conclusión: La situación sigue siendo difícil, con aumentos de violencia y expectativas colocadas en el papel que desempeñará la administración de Trump. Las dinámicas de poder y territorio están en juego, along with the lives of those caught in the conflict.