El presidente electo, Donald Trump, está eligiendo para su administración a personas absolutamente leales a él y alineados con su programa político.
El Partido Republicano se ha convertido en un movimiento trumpista, totalmente guiado por la aprobación de Trump.
Destaca el nombramiento de Marco Rubio, un crítico de China, como secretario de Estado y Elise Stefanik, crítica de la ONU, como futura embajadora de la misma.
La administración de Trump se perfila fuertemente anti-China, y podría traer repercusiones económicas en ambos países.
La figura de Elon Musk, con grandes intereses en China, podría tener un papel moderador en la administración.
Conclusión: Se prevé un futuro de relaciones tensas y difíciles entre Estados Unidos y China con la presidencia de Trump, lo cual podría tener importantes consecuencias políticas y económicas globales.