Alemania, la locomotora económica de Europa, enfrenta un periodo de estancamiento con meses de crecimiento negativo.
El impacto de la invasión rusa de Ucrania y las represalias económicas de la Unión Europea han afectado severamente a la economía alemana, que se basa en gran parte en la energía barata de Rusia.
La diversificación de suministros energéticos de Alemania ha llevado a un aumento en los costos para la industria, resultando en una pérdida de competitividad y capacidad de exportación.
Además, los ciudadanos alemanes están sufriendo una disminución en su poder adquisitivo, lo cual impacta en el consumo.
Los problemas económicos de Alemania pueden afectar también a otras economías europeas, incluyendo la española, con problemas similares como falta de competitividad, rigidez laboral, entre otros.
La industria automotriz, especialmente Volkswagen, se ha visto afectada por la falta de competitividad, especialmente en relación con los fabricantes chinos, y la debilidad del mercado mundial y europeo.
Conclusión: Alemania, al ser el principal motor económico de Europa, enfrenta importantes desafíos que repercutirán en el resto de las economías de la zona euro. Un resurgimiento económico requerirá tiempo e inversión, y los problemas en sectores clave como el automotriz pueden alimentar el descontento social y político.